Caros amigos, gostaria de compartir com vocês as fotos e os relatos de minha ultima viagem.

Foram mais de 12mil kms e 6 paises percorridos.

O relato esta em espanhol, mas com certeza todos compreenderam.





De San Pablo a Machu Picchu. (12.000 kilómetros y seis países)

Este viaje nació de un sueño que luego de casi un año de preparativos, que incluyeron la compra de la Ford Explorer, la manutención del vehículo y la compra de equipamiento que utilizaríamos para el viaje, se concreto felizmente.
Después de algunas demoras a mediados de diciembre partimos de San Pablo (Brasil) con destino a Machu Picchu, recorreríamos mas de 12 mil kilómetros, pasando por el sur de Brasil, norte de Argentina, Bolivia y el Sur del Perú, también pasaríamos brevemente por el Paraguay y Chile. El trayecto original iría variando un poco por el azar, el clima o nuestra propia decisión.
La camioneta soportaría sin grandes problemas y demostraría ser confiable y confortable para este largo viaje.
Pasaríamos áreas de muchísima vegetación, altiplanos, desiertos y llegaríamos hasta el mismo océano Pacifico entre algunos de los tantos paisajes diferentes que recorrimos.

El equipo estaba integrado por mi esposa, yo y nuestro fiel amigo Ernesto (un simpático perro que siempre nos acompaña).

Quería agradecer a todos aquellos de los distintos forums me enviaron información o compartieron relatos que me ayudaron muchísimo a programar mi viaje. Muchos de estos relatos me incentivaron a continuar soñando y me mostraron que con organización y ganas cualquier viaje es posible.



Aquí va el relato

Decidimos cruzar para la Argentina por el paso internacional de Bernardo de Irigoyen – Dionisio Cerqueira, que es mucho mas tranquilo que el paso de Puerto Iguazu en la triple frontera, este paso se encuentra a mil km de San Pablo.
Cargamos nafta en El Dorado, sintiendo como si la camioneta fuera diesel ya que el litro de nafta en Brasil esta a Us$1,10 contra los casi dos pesos de Argentina.



Como ya conocíamos las Cataratas, elegimos para parar la localidad de San Ignacio donde aprovechamos para visitar las ruinas que allí se encuentran. Es un pueblito muy calmo y a la noche el canto de las cigarras lo hace un lugar muy pintoresco, como no era época aun de turistas la tranquilidad del lugar era espectacular.
Estas ruinas son las que mejor se conservan de los cuatro que aun quedan en el país, es una pena que a través de los años cientos de personas fueron dejando sus nombres en las piedras originales, por lo cual estas están bastante dañadas.
Desde mediados del siglo XVI y por casi 100 años las misiones se consolidaron y expandieron, llegaron a tener un total de 141.182 en el año 1732, en 1767 fueron abandonadas a su suerte comenzando su declino, cuando Carlos III expulsa a los jesuitas de los dominios de su imperio.
Sorprende la organización urbanística que las misiones poseían, todo perfectamente diseñado.




Ya en Posadas aprovechamos para cruzar a Paraguay por el puente internacional y comprar una cámara digital que nos acompañaría todo el viaje y registraría muchísimos buenos momentos.
El diseño del Puente internacional es muy bonito y la vista que desde el se tiene del Paraná es espectacular.


Después de dejar Posadas, continuamos camino a Roque Saenz Peña, pasando por incontables campos de girasol que se pueden observar desde la ruta.



Si bien la idea era continuar por la ruta 16 hasta la provincia de Salta, por no prestar atención nos desviamos para Santiago del Estero, esta equivocación sumada a la falta de combustible en los pequeños pueblos de la ruta 89, casi nos dejo sin nafta en medio del camino. De cualquier manera esta equivocación en el trayecto originario, nos llevaría mas tarde a visitar los Valles Calchaquíes y Cafayate que fueron lugares que disfrutamos mucho recorriéndolos.

Entrando unos pocos kilómetros de la ruta pudimos ver el meteorito “El Chaco” que es el 2do más grande encontrado hasta la fecha y pesa aproximadamente unas 37 toneladas y fue parte de una lluvia de meteoritos que ocurrió en el esta zona.




Después de detenernos a comer en Santiago del Estero, aproveché para cambiar el adaptador de entrada de GNC para poder cargar en las estaciones de servicio argentinas, llevar 22m3 de gas seria durante todo el viaje una reserva para cualquier emergencia..
La parada obligatoria fueron las Termas de Rio Hondo donde pudimos relajarnos un poco bañándonos en estas aguas termales. Lo curioso y que no lo sabía, es que con una simple perforación en cualquier parte de la ciudad las aguas termales brotan, por lo cual no es necesaria la instalación de aparatos para calentar el agua de hogares y hoteles.
Nos alojamos en un camping que queda a orilla del rio. Luego del merecido descanso continuamos por la provincia de Tucuman, con destino a Cafayate.

A lo lejos aparecían las montanas que en pocas horas estaríamos atravesando para llegar a Tafi del Valle.



En el camino nos encontramos con este cartel que marcaba el…




La trepada hasta Tafi hermosa, poblada de vegetación de un verde intenso, paisaje similar lo volveríamos a ver en Salta.

Solo nos detuvimos un poco en esta localidad para sacar algunas fotos y tomar algo.




La siguiente parada del día fue el Pucara de Quilmes, donde los indios de ese nombre resistieron por más de 170 años la dominación blanca. Cuando se rindieron fueron llevados prisioneros caminando hasta la actual localidad de Quilmes, muchos fallecieron en el camino y los restantes en Buenos Aires donde desaparecen para siempre, apagándose para siempre su antigua cultura.





Camino para Cafayate, me acorde que en el documental “Mondo Vinho”, aparecía un productor local llamado Antonio Cabezas que vivía en Tolombom, así que cuando pasamos por allí decidí buscarlo para conversar con el, no fue muy difícil ya que es una localidad muy pequeña. Lo encontré justo cuando estaba saliendo de su casa y bodega, pude conversar con el y ver su humilde bodega que cuida con gran pasión.
Es un verdadero productor artesanal de vino de calidad, que utiliza técnicas antiguas para obtener vino.
Aproveche para comprarle un par de botellas del vino que el produce (lamentablemente una desaparecería misteriosamente de la camioneta en Bolivia o Perú).





Durante todo el camino a Cafayate se puede observar las plantaciones de vid de particulares y de las bodegas locales.